Madre, una palabra que resume y a su vez despierta miles de emociones. Un amor de tal magnitud que trasciende cualquier límite o frontera. Una fuerza de la naturaleza que hará lo que sea con tal de proteger a sus hijos de cualquier peligro o amenaza. Una guía para transitar por este largo camino llamado vida.
¿Qué significa ser Madre?
Magia hecha mujer para crear vida, más allá del dolor que ello conlleva.
Alma que irradia el amor más sublime que puede ser capaz de dar un ser humano.
Día a día nos regala sus vivencias a través de la sabiduría de sus consejos.
Reina del hogar y refugio al cual siempre podremos acudir aún de adultos.
Ejemplo de constancia y dedicación, para aplicar en nuestros propios hijos lo mejor de sus enseñanzas y crear, en base a éstas, las nuestras.
Hijo, hija, cada día es una oportunidad única para demostrarle a tu madre lo mucho que la amas. Reconócele en vida todo lo que te ha dado, tanto material como espiritual. Busca siempre el tiempo para ello, hónrala. Tenerla todavía es una bendición que el tiempo nos está regalando; porque bien sea en su pecho o en su regazo, esos lugares son el templo donde siempre encontraremos refugio. Disfrútala, habla con ella, abrázala, bésala, baila y ríe con ella, cómprale sus flores o chucherías favoritas, dale todo lo que puedas darle. Ella siempre te esperará con paciencia y amor. Y, a las madres que están en el cielo, elevemos siempre, no sólo en este día, una merecida oración.
Dios los bendiga.