HIGUERILLA (RICINUS COMMUNIS)
El Aceite de Ricino es un aceite vegetal con innumerables usos tanto medicinales como cosméticos que van desde laxante natural hasta el cuidado de la piel. Su origen viene de tiempos tan remotos, que se presume que data de unos 3000 años. Incluso se comenta que ya existía en la época de los faraones. Cleopatra hacía alarde de sus extraordinarias bondades, destacando que le daba mucho brillo y un crecimiento abundante a su cabello.
Este aceite posee una alta cantidad de vitamina E, minerales, ácidos grasos, tocoferoles y proteínas; entre las cuales se pueden mencionar:
• Ácido ricinoleico
• Ácido oleico (omega-9)
• Ácido linoleico (omega-6)
• Ácido palmítico y ácido esteárico
Sus usos y aplicaciones son muy diversos, luego de pasar por distintos procesamientos (neutralización y refinación), sirve como purgante o laxante natural (sin irritar el intestino), elimina verrugas y úlceras en la piel, tiene propiedades antibacterianas y fungicidas, cura orzuelos, etc. También es utilizado como antirreumático, puede devolver las hemorroides a su sitio y suavizar sus dolencias. Entre sus aplicaciones en el campo de la cosmética, tenemos: elimina manchas en la piel, favorece el crecimiento de las pestañas e hidrata y suaviza el cabello.
Con respecto a los cuidados que se deben tener para su uso o consumo, destacan:
● Si se va a usar como purgante, la persona no debe sufrir de cólicos.
● Si se va a aplicar en las pestañas, debe eliminarse cualquier resto de maquillaje antes de aplicárselo, evitando que caiga en los ojos y masajeando suavemente, hasta su total absorción.
Nota: Si se va a aplicar sobre la piel (eliminación de manchas o acné), la piel debe estar libre de impurezas. Se recomienda su uso bajo la orientación de un dermatólogo si se padece de algún tipo de alergias o si se posee algún tipo de piel sensible.